sábado, 27 de marzo de 2010

SOY POCO PARA TI, MUCHO PARA TI, PERO JUSTA PARA NADE...


- ¿Qué ha cambiado?
- He cambiado querida, ya no soy más un chico común y corriente…
- Que lástima…

Hoy respira por ultima vez los aires de una patria prestada, se baña en ese mar en el que alguna vez naufragaron los hombres de la isla… si tan solo es magma endurecido por la lluvia, si tan solo es la vida y la esperanza de otros miles a los que no les conoce el rostro, si tan solo es… un chico, tan común y tan corriente como eso.
Hace unos años el chico se puso las alas de los cóndores patagónicos y emprendió vuelo hacia una gota aislada del resto, con su mochilita abarrotada de miedos, y de reliquias otorgadas por sus ancestros, mochila que se volvió morral y viento, que hoy ya no es mas un sueño, que hoy, como ayer, es realidad..
Estira las piernas hasta tocar el suelo y siente que las manos ya no le pesan y en sus dedos se cuelan los restos, los restos de un niño bueno… y aquí esta el chico, tan común y tan corriente, que se diferencia del resto…

- ¡Que has logrado!… si has logrado, ¡que has luchado!, si, también has luchado… y por sobre todo ¿que has olvidado?… tu sabes que has olvidado.
- No, no he olvidado.
- …

Sabe Dios que se me han llenado los ojos de lágrimas más de una vez por tu causa maldito, sabe Dios y no sabe, porque me he escondido de sus saberes, Sabe Dios y no sabe, por que lo he dibujado bien en mi rostro y lo que es peor, no lo sabe porque le mentí también (tan- bien) a los Dioses paganos, primos hermanos de aquel oscuro maestro… asegurando que no lo sabe, porque en la familia se confía, no se duda… y porque uno nunca espera una hija mentirosa.

- No pierdas tu tiempo conmigo.
- Yo no pierdo el tiempo con nadie.
- Mejor así.
- ¿Así?, ¿así como?
- Así, bien claro entre los dos.
- Nunca hubo claros entre los dos, no te equivoques conmigo…

Tus pies dibujan la arena de la mas infinita orilla, y las lágrimas se mezclan con el agua salada que borra tus huellas y prometes volver…
La academia espera tu partida, los cajones han murmurado tus últimos minutos, el agua de la ducha se enciende para limpiar tu cuerpo, y llora, y llora lágrimas sin sal ni sobras… secas tu cuerpo con el paño del olvido y te vistes la piel desnuda con la ropa que ha desgarrado el sol y la gracia, y emprendes viaje de vuelta, ya no como niño con mochila y alas… vuelves como hombre, sin alas lo cual es una lastima, vuelves con algo mas valioso que los miedos, vuelves con tristeza y pensamientos, vuelves con saberes en la mollera y un papelito que lo comprueba, pero el punto es que vuelves…

- Vuelvo para volverme a ir.
- Haces bien, siempre y cuando sea para ser feliz.
- ¿Qué buscas de mí?
- Nada.
- ¿Por qué suenas todo el tiempo como si me amaras entonces?
- Porque te amo.
- ¡Pero yo no te amo mujer!
- Ya lo se.
- … ¿Entonces porque me amas?
- Porque mas allá de que vos me ames o no a mi, yo te amo, aunque me cueste decirlo, mucho mas me pesa sentirlo, porque te amo te dejo ir caminando por la calle contraria a la mía, porque aquí no se trata de mi y si de que vos seas feliz.

Y ahora soy yo la que te pide que te marches, porque yo también deje a mi patria y mis ancestros por este suelo bendito, mi aire ya no está viciado de palabras desencontradas y risitas burlonas, ahora puedo sentir como respiro, porque yo no soy mujer de mundo y si de paraísos ocultos, como me lo cantaron los brujos que me pusieron en el vientre de mi madre… “la niña del desierto, la niña de los llantos de sal y los pensamientos oscuros, del corazón envuelto en tormentas de arena, la niña caminará y encontrará, en medio de la nada, un pequeño paraíso”… y aquí estoy, yo me quedé en este puente porque me hace feliz a mí, aunque no estés vos, así que puedes seguir tu paso…