miércoles, 11 de abril de 2012

5. A los 14. Casi un ser humano.

Lo feo de las despedidas son las habitaciones ventiladas Y el olor a azufre de los volcanes que se han contenido el vomito. A los 14 le entregue las reliquias de mi familia a una serie de paganos Que no vale la pena nombrar, ni recordar. Lo que es peor, A las doncellas de la familia le enseñaron siempre tarde lo del cristal mágico, Da vergüenza, Es tabú, Yo no sé, Lo único que sé es que el mío se ha roto y que ahora puedo verme hasta el corazón. Las moiras han delineado mi destino para esta altura, Y he podido torcer sus hilos para tejer algo nuevo, Actitud que se me iba a volver vicio con el paso del tiempo. A los 14 fue la primera vez que salí a pasear con Caronte, Lo bese en los labios, y desperté las pasiones de los dioses, Claro está, que volví para “callarlo”. Pero también perdí batallas, Devolví amargos besos, Aprendí a mirar como los gatos...Allá donde nadie ve Y se fue fogueando mi corazón, minando mi criterio y la manera de afrontar mis realidades. No quiero ser ni esposa, ni hermana, ni hija, Mucho menos novia, pero si amiga, Yo puteo pero no pego. Fue mucho para mí mirarme al espejo Y descubrir que la jaula había crecido y ya no sentía a la niña… Esta vez, era casi un ser humano, pero no sé muy bien que era. Mi estado: Critico.